La frontera de Estados Unidos con México abarca dos mil millas y se extiende a lo largo de cuatro estados estadounidenses: California, Texas, Arizona y México, y seis estados fronterizos mexicanos: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. El borde fue creado en 1848 bajo el Tratado de Guadalupe Hidalgo. El sector de San Diego, específicamente, comprende 66 de las dos mil millas del borde de Estados Unidos y México. Cifras del 2016 revelan que, al menos, 2.2 millones de personas del estado de California no tienen autorización para residir en el país, lo que coloca el estado fronterizo en el primer lugar con la mayor población de migrantes no autorizados.
Dentro de estas 66 millas fronterizas se encuentran el Parque de la Frontera y varias estaciones, como Brown Field, El Cajon, Imperial Beach, Boulevard, Campo, Chula Vista, San Clemente y Murietta. El Parque de la Frontera (Border Field Park) también forma parte de una reserva natural. El mismo cuenta con 800 acres, senderos, carreteras, dunas, estuarios y la famosa valla que divide a los Estados Unidos y México, que se extiende 300 pies mar adentro. Como parte de la operación Gatekeeper, en 1994, bajo la presidencia de Bill Clinton, se construyó la valla que divide San Diego y Tijuana con el objetivo de prevenir los ingresos no autorizados al país.
El sector de San Diego contaba con los índices más altos de aprensiones de inmigrantes no autorizados (40%) en la década de los 90, específicamente en el área de Imperial Beach. El control de la zona se reforzó con la construcción de una segunda valla, que fue completada en el 2009. Esta área cuenta con doble valla, alambres de púas, cámaras de vigilancia y sensores electrónicos, además de tecnología nocturna infrarroja para detectar el paso de personas. Las continuas rondas marítimas, terrestres y áreas por parte de la Patrulla Fronteriza se suman a la vigilancia y el control de la zona. En 2018, el presupuesto destinado a la protección del borde ascendió a unos 22 billones de dólares.
El Parque de la Frontera ha sido también el lugar de encuentro de familias divididas. Dentro del parque, la gente interactúa a través de la valla del área conocida como el Parque de la amistad. Allí se pueden presenciar encuentros y conversaciones de un lado y del otro de la valla. El Parque de la amistad ha abierto su portón en cinco ocasiones para permitir que familias separadas puedan abrazarse por breves minutos. Estos encuentros han sido posible a la organización Ángeles de la Frontera.
La distancia entre el parque de la frontera y el Puerto de entrada de San Ysidro, para cruzar a México, es de aproximadamente 6 millas. San Ysidro es el puerto fronterizo más transitado del hemisferio occidental. En el 2018, según datos del Departamento de Transportación de Estados Unidos, al menos 6.8 millones de personas cruzaron caminando el puerto y unos 19 millones de pasajeros cruzaron la frontera en vehículos personales. Al lado del puerto de entrada de San Ysidro, se encuentran dos mega centros comerciales: Las Americas Premium Outlets y Outlets at the Border, los que les dan la bienvenida a través del consumo a los que ingresan al país.
Entre los meses de octubre y noviembre de 2018, salieron cuatro caravanas de migrantes desde Honduras y El Salvador con destino hacia los Estados Unidos con el objetivo de solicitar asilo. Bajo las regulaciones del sistema migratorio de Estados Unidos, las personas que buscan protección debido a persecución racial, religiosa, nacional, política, o como miembro de algún grupo social, pueden solicitar asilo. El asilo es una de las alternativas humanitarias que tienen las personas para permanecer en el país. El proceso se lleva a cabo mediante solicitud, entrevistas y la evaluación de documentos personales que comprueben la persecución a la que ha sido sometida. La Caravana Migrante, como se conoce a los diferentes grupos que emprendieron su ruta caminando hacia los Estados Unidos, fue convocada vía Facebook por el periodista y exdiputado hondureño, Bartolo Fuentes. “No nos vamos porque queremos: nos expulsa la violencia y la pobreza” fue el lema utilizado. Las causas para migrar, por parte de los miembros de la Caravana Migrante, comprenden cuestiones como la falta de empleo, la inseguridad, la violencia y la pobreza. En fin, los migrantes salieron de su país en busca de una mejor vida. La primera caravana se inició en Honduras el 12 de octubre. Una segunda caravana partió desde Honduras el 20 de octubre. Mientras que nueve días más tarde, emprendió su camino la tercera caravana; esta vez desde El Salvador. La cuarta caravana salió el 31 de octubre; también desde El Salvador. Según el informe la Comisión de los Derechos Humanos de México, alrededor de 10,000 personas transitaron México en ruta hacia Estados Unidos.
Un día posterior a la visita al Parque de la Frontera, el 25 de noviembre de 2018, tuvo lugar un encuentro violento por parte de algunos miembros de la caravana, que intentaron cruzar el puerto de San Ysidro-Tijuana sin autorización, lo que ocasionó el cierre temporero de la frontera.
La Caravana llegó a Tijuana en varios grupos, donde debían permanecer en albergues para poder tramitar el asilo.
Aquí en San Diego hasta las aguas del océano se resisten a ser divididas por una valla que, paradójicamente, excluye a aquellos mismos que atrae a un mercado informal y los integra en sus márgenes.
*Nota: Este texto fue publicado en la Revista Cruce el 29 de marzo de 2019. Ha sido modificado para este espacio. Para leer la publicación original, haga clic en el siguiente enlace: https://issuu.com/revistacruce...