No se me ocurre mejor título para sintetizar lo que provocó la visita a esta hermosa ciudad que, Segovia enamora. A Segovia llegué por recomendación de una jovial compatriota con la que me crucé en Budapest. Aquella jovencita, que se había ido a estudiar a España y se encontraba de vacaciones con su madre, compartió conmigo un par de consejos: 1) No pierdas mucho tiempo en Madrid y; 2) No dejes de ir a Toledo, Segovia y Ávila. ¡Cuán acertadas sus recomendaciones! Aunque no me alcanzó para visitar Ávila, pude visitar Toledo y Segovia y comprobé porqué ambas ciudades son dos joyas clasificadas como Patrimonios de la Humanidad. La historia que recorre sus murallas es tan increíble como la misma ciudad. En una de sus casas habitó Antonio Machado, el poeta modernista, autor de aquel famoso poema que dice:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.
Una joya medieval
Segovia es una ciudad medieval en la región de Castilla y León. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Su historia, la fachada de sus edificios, sus calles y plazas, así como sus tres joyas principales, el acueducto, el alcázar y la catedral, hacen de Segovia un destino único.
El acueducto romano es una de las joyas arquitectónicas que encontrará en Segovia y que da cuenta del esplendor del imperio romano. Su construcción data del siglo II d.C. y su propósito fue transportar agua de la Sierra de Guadarrama. El acueducto cuenta con 166 arcos y se eleva sobre más de 30 metros. Estuvo bajo reconstrucción bajo el reinado de los Reyes Católicos. Lo increíble de su ingeniería es que prescindió de argamasa (cemento) para pegar sus bloques de piedra.
Cuenta una leyenda que el acueducto se construyó por un pacto entre una joven segoviana y el diablo. La segoviana, cansada de cargar agua, hizo un pacto con el diablo: esta le vendería su alma a cambio de que él hiciera llegar agua a su casa, antes de que el gallo cantase. El diablo, ávido en ganar el pacto, puso manos a la obra y construyó el acueducto. Le faltaba colocar solo un bloque cuando cantó el gallo. La segoviana pudo librar así su alma y dejó a los segovianos con la majestuosa edificación.
El Alcázar de Segovia es otra de las maravillas que podrá encontrar en Segovia. Este suntuoso castillo fue construido en 1122 y fue habitado por Alfonso VIII, entre otros reyes. La manera en que se ubica le ha valido la comparación de parecer un barco varado. El alcázar ha servido como palacio, prisión y academia militar. Se cuenta que fue este el castillo en el que se inspiró Walt Disney para la película de Blancanieves.
Detrás del Álcazar, podrá ver la Catedral de Segovia y su imponente torre. Su construcción data del siglo XVI. Se le considera como la última catedral gótica de España. Es conocida como la Dama de las catedrales.
La iglesia de Vera Cruz es otra de las construcciones que podrá visitar en los extramuros de la ciudad. Fue construida en el siglo XI y exhibe una planta dodecagonal (12 lados).
Si anda por España, o si está planificando su visita, Segovia es uno de los destinos que no se puede perder.