Fue en el 2012 cuando conocí a Valentina. La vida nos encontró en La Plata, Argentina, recién llegaditas y en calidad de vecinas, cuando vivía en aquel monoambiente en calle 14 e/44 y 45. De ahí nació una bonita amistad. Nos condujo el mismo propósito: estudiar. Gracias a Valentina aprendí el término dediparado, aunque confieso que fue la experiencia que traen los años y los viajes lo que me ha pulido en detectarlos. Si buscas de-di-pa-ra-do en la RAE, no lo encontrarás, así que te ahorraré la molestia y el tiempo, y compartiré la definición junto a once pistas que te ayudarán a identificarlos. Además, como obsequio por ser un lector activo, te compartiré la oración que te mantendrá alejado de los dediparados. Si por mala fortuna, te topas con uno de ellos, huye, húyele como el diablo a la cruz, y escríbeme. No dejes de contarme tu experiencia.
Definición
dediparado: 1. m. y f. Persona de clase alta que asume un repertorio de comportamientos para identificarse y asociarse como perteneciente a tal estrato social. U. t. c. adj. Véase nota al calce.
2. m. y f. Esnob. U. t. c. adj.
3. m. y f. huele-huele, comemierda, creído, engreído, pelafustán, fake (español coloquial puertorriqueño).
Nota al calce* En la vida real un alto porcentaje de los dediparados no pertenecen al estrato que pretenden representar. Ahí viene el problema: la incongruencia de la representación.
Nota al calce** Por cuestiones de espacio y preferencias estilísticas, utilizo el género gramatical masculino para aludir a ambos sexos. Es decir que, donde lea dediparado, se incluye también a dediparada.
Perfil de un dediparado
1. Los dediparados se creen embajadores en varios ámbitos. Por ejemplo, están los embajadores de la democracia. Si un dediparado viaja a X país, que no es del “primer mundo”, encuentra todo deprimente. No conocen la historia, la cultura, ni ha caído por error un libro en sus manos desde que salieron de escuela elemental, pero están prestos para despotricar contra las condiciones deplorables en las que se encuentra sumido el país y tienen la osadía de compararlo a cómo ellos viven en EEUU. Hablan mal de los migrantes, pero olvidan que son migrantes donde viven.
2. Un dediparado no sabe apreciar. Visita las cascadas en X país y las compara con las cataratas del Niágara. El dediparado no sabe ni escoger bien los objetos a comparar ni los parámetros. Gracias a Dios que no conoce las cataratas Victoria en Zambia o las de Iguazú en Argentina. Eh ¿Te percataste de la diferencia entre cascada y catarata? Ah, ok…
3. Un dediparado es un embajador del civismo. ¿Los has visto? Para un dediparado, los locales de un país tercermundista (su clasificación favorita) son desclasados. Te roban y se quieren aprovechar de ti. ¡Pero vaya usted a conocer el dediparado en la vida real! Y, como todo es relativo y situacional, el dediparado termina siendo percibido en el primer mundo tal cual ellos perciben en su bien amado tercer mundo.
4. Los dediparados son embajadores de la moda. Gastan un dineral en el ajuar diario, pero luego quieren ahorrarse hasta una Coca-Cola. El dediparado piensa en el ajuar para la impactante foto que publicará en Instagram. El dediparado no piensa en disfrutar y tener la experiencia de visitar el lugar, el país. Los identifica la frase antes muerto/a que sencillo/a. Cuando estás al lado de un dediparado, te querrá hacer ver como un pordiosero, un vagabundo. Es que pocas veces el dediparado viaja producto de su esfuerzo.
5. Los dediparados hablan y opinan de todo, pero no saben nada. Quieren ser elocuentes y cada vez que los escuchas te debates entre un trágame tierra o una vuelta ocular de 180 grados. Seguramente, optes por ambas. No eres fiel creyente hasta que andas con un dediparado. Te hallarás rezando para que no abra la boca.
6. Psicológicamente, el dediparado vive sumido en una proyección constante, traumado, resguardando sus complejos. Se hace películas y, lo peor, es que luego quiere obligarte a comprarlas. El dediparado vio el dinosaurio que dio un coletazo y que corrió tres pasos tras él, y ¿cómo es posible que tú no hayas visto nada mientras comían? ¡Es el colmo!
7. Cuidado si te topas con un dediparado. No podrás con-te-ner-te porque es
I R R E S I S T I B L E. El dediparado es un buenote, bellote, hermosote, un ser perfectote, pero en vanidad y superficialidad. Al dediparado todo el mundo lo mira, se le queda viendo, lo cela, destila pasarela y exuda aires de grandeza mezclados con Chanel.
8. Como siempre está presumiendo de lo que tiene, un dediparado terminará mostrándote lo que carece. ¡Hola! ¿Hay alguien ahí?
9. El dediparado habla y presume de viajes. Sin embargo, lo más lejos que ha llegado es a su país vecino.
10. El dediparado es experto publicando fotos s e x i s en Facebook, con una nota espiritual, mística, existencial que sim-ple-men-te-no-pe-ga. Repitamos: no va. Un dediparado es capaz de todo por una foto para Instagram o Facebook. Se juega la vida y la muerte en ello. Un dediparado común se compra un trago en una piña con el solo propósito de tomarse una foto y publicarla en las redes sociales. Lo mismo que renta una habitación para tomar fotos y poderlas presumir.
11. El dediparado parece amiguero, chulisnaquis. Quiere la paz mundial and suddenly you can become his/her best friend. Cualquiera que se trague su cuento termina en su bando. ¡Cuidado! El peor pecado que puedes cometer contra un dediparado es descubrir alguna de sus bellas cualidades. Un dediparado quedará prendido intensamente de ti hasta que tú descubras el espécimen que es, en cuyo caso pasará a convertirse, en un santiamén, en una pesadilla.
Oración para mantener alejado a un dediparado
Señor, tú conoces mi corazón y mi pasión por coger vuelo, calle, aviones, buses, trenes, recorrer millas, caminar hasta el delirio y el infinito. Padre Amado, tú sabes acerca de mi inacabable deseo en conocer otros países y otros modos de vida. En fin, viajar. Te pido fervientemente que me acompañes en mi travesía y que mantengas alejado de mí a cualquier dediparado que me vea como blanco fácil para su película. Yo reconozco que soy un alma noble, humilde, que puede pecar de ignorancia en ocasiones y que una sonrisa cordial mía puede actuar como un imán para un dediparado. Tú conoces los sacrificios y los ahorros que hago para mis viajes y mis vacaciones. Las torturas que a veces tengo que aguantar. No permitas que un dediparado se cruce en mi camino. Aleja de mí a todo ser maligno, envidioso, celoso, hipócrita y mentiroso cuando me halle viajando lejos de casa. Mi mamá me espera. Mi hija también. Te lo imploro. Líbrame de todo mal.
Amén.
Rece un Padre Nuestro y dos Ave Marías durante siete días antes de su viaje. Encienda la vela La Milagrosa (blanca) durante la plegaria. Pásele esto a un viajero para alejar toda energía negativa y no se olvide de cargar un cuarzo Ojo de tigre, durante su viaje, como amuleto para la protección.
Último consejo, si te topas con un dediparado, be afraid of them, be very afraid… and walk away!